lunes, 12 de septiembre de 2016

ALQUIMIA, BANDA INVITADA AL CONCIERTO DE NIGTHWISH 

Lo que define a un hombre no es la forma de caer es la forma en la que ha de levantarse. (Alberto Rionda).

Tras consumarse la despedida de una de las formaciones más respetadas y admiradas de la escena española AVALANCH, a principios del pasado año 2013 el compositor y guitarrista Alberto Rionda se ponía manos a la obra y empezaba a trabajar en la composición de los temas que formarían parte de su nuevo proyecto ALQUIMIA. Poco a poco, a través de las redes sociales, se fueron desvelando tanto los músicos que le acompañarían,  como todos los detalles de esta nueva obra.



Desde que la nueva formación nos ofreciera los primeros anticipos del disco  quedaba clara la férrea voluntad de Alberto Rionda de regresar a ese power metal rápido, técnico y melódico que caracterizó obras como “Llanto De un Héroe” (1999), o “El Ángel Caído” (2001). De modo que con la edición de su prometedor debut, la dupla formada por el guitarrista Alberto Rionda y el vocalista Israel Ramos conseguía colmar las expectativas creadas por todos sus seguidores, logrando  crear una conexión que vinculaba directamente los trabajos anteriormente citados con el nuevo material compuesto por el excelso guitarrista ovetense.





Aunque a tenor de lo visto durante los primeros compases del show resultaba obvio que las nuevas composiciones de Alberto Rionda siguen conservando toda la fuerza y la garra powermetalera, lo cierto es que la expectación y la impaciencia por ver a  la banda interpretar alguno de los clásicos de AVALANCH podían palparse en el ambiente. Así que la euforia se desató definitivamente cuando Israel presentó el perturbador “El Ángel Caído”, con el que consiguieron poner, por primera vez, la sala patas arriba. Mucha curiosidad había por ver como defendería el vocalista catalán los temas de la anterior formación  del guitarrista, y en honor a la verdad hay que decir que Israel superó el reto con sobrada solvencia, haciendo suyos los temas,  dándoles su toque personal pero sabiendo conservar intacta su esencia y personalidad.
 
La velocidad, la caña y el recuerdo volvían a hacer acto de presencia con ese legendario himno épico que es "Pelayo", que significó el primer recuerdo a "Llanto De Un Héroe", proponiéndonos un viaje a finales   de la década de los noventa que serviría  para escenificar la estrecha conexión existente entre el pasado y el presente del guitarrista asturiano. La vuelta al material más reciente del quinteto estuvo marcada por el complejo "Lagunas De Sal", creando diferentes atmósferas y ambientaciones, en las  que brillaron con luz propia tanto la compacta base rítmica,- formada por un activo Rubén Lanuza y un preciso Leo Duarte-, como las sugerentes orquestaciones introducidas por los teclados de Chez García.


Tampoco faltaron los pasajes repletos de virtuosismo neoclásico contenidos en el arranque del medio tiempo "La Cuna De Arce", que fue coreada con verdadera devoción por todos los presentes, consiguiendo ganarse, desde ya, la consideración de auténtico clásico para todos los fans de ALQUIMIA. A continuación, nos  ofrecieron el efectivo "La Fuente Dorada", una nueva muestra de ese power metal repleto de pinceladas sinfónicas, coros grandilocuentes y virtuosismo guitarrero con el que el quinteto sellaba, definitivamente, el pacto con sus seguidores, desatando, aún más si cabe, la euforia al atacar  Israel esos espeluznantes agudos que servirían de preámbulo para un virtuoso ejercicio solista  a cargo  del maestro Rionda.

Con la sala sumida en un rotundo ambiente festivo, con todos los presentes coreando ese característico “Oe…Oe…Oe…”, llegaba el momento de una nueva dosis de nostalgia de manos de la emocionante “Antojo De Un Dios”, que nos dejó a un Israel intenso y emotivo, consiguiendo transmitir con su notable interpretación toda la emoción y la magia del tema, para posteriormente pisar el acelerador al máximo para ofrecernos esa clásica cabalgada powermetalera que protagonizaría “La Llama Eterna”. Una lástima que el tema quedara  un  tanto deslucido por los problemas que tuvo Rionda con su instrumento, unos contratiempos que obligaron al guitarrista  a cambiar su característica Ibanez blanca por un modelo clásico de Gibson. Sin abandonar el legado de la mítica formación asturiana, la encargada de proseguir el show fue la grandiosa “Xana”,- una auténtica delicia el volver a disfrutar de   esta excelente composición contenida en aquel legendario “El Ángel Caído”-, con la que  consiguieron  emocionar a más de uno de los presentes, además de ser la elegida para cerrar esta primera parte del show.

El sprint final de su arrolladora presentación  estuvo protagonizado por “Torquemada”, que nos dejó otra nueva exhibición a cargo de una banda que lo dio todo sobre las tablas, especialmente Israel que, tal y como reconoció el propio Rionda, se dejó la voz y el alma en cada uno de sus estratosféricos agudos, sin perder en ningún momento su eterna sonrisa. Las encargadas de poner la guinda al pastel fueron “Sacrificio”, uno de los temas más potentes e incisivos de su debut, y la “Morada Del Alquimista”, que con su pegadiza melodía medieval servía para ratificar el triunfo absoluto de una banda que, tras finiquitar  su actuación, tuvo que permanecer varios minutos en escena  para recibir todo el cariño y la admiración  de sus incondicionales.

Pocas veces he visto en directo a una formación que con tan solo un álbum  publicado se embarqué   en un show de más de dos horas de duración, pero ya desde su misma génesis estaba claro que los ALQUIMIA de Alberto Rionda no son una banda al uso, ya que además de la excelsa brillantez de sus propias composiciones, el quinteto, y muy especialmente su ideólogo y principal compositor,  tiene a su disposición a la hora de confeccionar el repertorio todo un catálogo de verdaderos himnos del power nacional. Si ya después de escuchar su  debut  el quinteto  se posicionaba como uno de los máximos referentes del metal en nuestro país, tras presenciar su directo  no me cabe la menor duda de que ALQUIMIA son una   formación que está llamada a ofrecernos grandes discos y conciertos  durante los próximos años.



 NIGHTWISH siempre ha sido sinónimo de virtuosa perfección. Capaces de evocar sueños fantásticos y llegar a lo más íntimo de tu ser con sus majestuosas composiciones sinfónicas.
"Endless Forms Most Beautiful" es su última creación, en la que Floor Jansen, su flamante vocalista, devuelve a la banda la grandeza con sus maravillosas y versátiles dotes vocales.
Acontecimiento único y exclusivo, dadas las últimas declaraciones donde Tuomas Holopainen anuncia un "retiro" temporal de cuatro años de la banda.
Los grandes temas que han convertido a Nightwish en lo que hoy en día es siempre permanecerán: "Nemo", "Wish I Had An Angel", "Bye Bye Beautiful" o "Storytime" se unen a los nuevos "Èlan" o el tema que dá título al nuevo disco.
Obligada cita para todos los fans de la música, porque, en definitiva, Nightwish traspasa las fronteras y definiciones del metal sinfónico.
¡No pierdas esta última oportunidad en años de ver a Nightwish en directo! 


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